UNA VIDA PARA GANAR, PERO PROGRAMADOS PARA PERDER: “Depende de nosotros elegir si ganamos o perdemos… y elijo ganar”

abril 06, 2022

Las creencias y condicionamientos con los que hemos desarrollado nuestra propia vida, son quizá la fuente que limitan nuestras capacidades o que no permite el inicio a una vida plenamente desarrollada. Básicamente se da porque son las experiencias vividas en la niñez, son los adultos que nos criaron, los que tienen autoridad sobre nosotros y con las experiencias que han vivido instalan en nuestra mente subconsciente creencias o mitos erróneos que nos afectan por el resto de la vida. De ahí a que mucho de nosotros no logramos ser conscientes ya siendo adultos, esto porque continuamos repitiendo patrones de comportamiento en mayor o menor medida.



¿Por qué entonces decimos una vida para ganar?, porque desde el momento que somos concebidos inicia un viaje de la vida misma, donde da forma al ser materializado en un cuerpo, esto a su vez incluye toda la información de una carga genética de nuestros familiares y antepasados. Es la vida misma la que empieza un camino de días, semanas y meses en el vientre de nuestra madre; se acopla perfectamente al vientre y durante este recorrido aun sin nacer ya somos ¡ganadores! se desarrolla con tal perfección nuestros sistemas del cuerpo humano como el respiratorio, circulatorio, digestivo, etc. Que nos dará paso a continuar luchando por vivir.

Tan seguro estoy que somos ganadores que al nacer incluso las personas con algún cuadro médico que afectara quizás cualquier parte del sistema del cuerpo humano, son seres que nacen ya siendo maestros, porque su propósito de vivir es la enseñanza y ejemplo de resiliencia, empatía, paciencia y amor puro, para ser desarrollado en sus padres y a la humanidad. Es una tarea titánica para nuestros padres porque no nacemos con el manual de instrucciones, pero no importa en las condiciones en que nacemos ya en sí mismo por vivir cada uno somos ganadores.

Pensemos entonces lo importante que es nuestra vida y seamos conscientes de todos los procesos de desarrollo que hemos atravesado para hoy estar vivos en el aquí y el ahora; es muy importante que tengais un buen concepto de ti mismo, que tus experiencias vividas sean huellas que recuerden de donde vienes y el camino que has trazado.

Nacimos para ser ganadores, para tomar el control de nuestra propia vida y alcanzar la libertad plena, por ende, la felicidad; ¿Esto os suena muy fantasioso? o ¿es una realidad en tu vida?, seguramente para la mayoría de nosotros no es una realidad es más bien para algunos un ideal y para otros es una mentira porque han perdido por cualquier circunstancia personal la ilusión.

Pienso entonces ¿Por qué sucede esto?, mucho de vosotros pensaremos quizás porque crecimos sin padres, o con falta de amor, nos tocó una niñez muy dura o peor no tuvisteis niñez, la economía siempre fue precaria, la autoestima esta por el suelo, etc.

Crecer con sentimientos de que no valemos, no servimos, no podemos, etc. Son la manifestación clara de que te han programado para perder. Tal vez puede ser que estéis consciente de que tu vida vale mucho, pero intentas llegar a una vida plena y no lo lográis, es aquella sensación de que intentas todo pero hay frustración porque existe algo que no te deja llegar o nada te sale bien, esto se debe entonces que a pesar que os digo que nacimos y fuimos creados para ser ganadores, vuestras experiencias de vida y sumado a los adultos que en nuestra niñez marcaron en nosotros situaciones difíciles, confusas o limitaciones, son los programadores que en su medida hacen que a hoy continúes siendo un perdedor y no permitan desarrollar tu ser pleno y feliz.

Estas limitaciones de que menciono son aplicadas en diferentes proporciones, quizás porque tuvimos unos padres muy ocupados y no compartían con nosotros como lo necesitábamos o por el contrario vuestros padres era sobreprotectores y agobiantes; las personas que nos criaron no sabían cómo hacerlo y cometieron muchos errores sin saberlo, pensando que así como fueron criados era la manera correcta para cada uno de nosotros, como si fuera una plantilla que se trata de calcar en un papel borrador, en muchos de nuestros padres encontraremos personas que tuvieron una niñez muy difícil por las condiciones de su entorno, fueron abusados por sus adultos cuidadores, maltratados psicológicamente y físicamente; lo os digo con toda contundencia que así lo es, porque esa época de crianza de nuestros abuelos y padres fueron muy distintas a lo que son hoy en día. En el pasado los niños no podían preguntar, curiosear y mucho menos contradecir, se les decía como casi en un régimen el cómo se tenía que comportar y si era mujer llevaba doble estigmatización y presión por sus adultos, ni que decir si era negra, indígena o mestiza, un sin fin de situaciones por la que cada uno al reflexionar sobre ellas y quizás recordarlas sentirán algunos felicidad, nostalgia, dolor o rabia, es allí donde se tuerce vuestro destino de ganadores y crecemos condicionados a ser perdedores.

Programados para ser perdedores, es básicamente desarrollarnos con creencias erróneas que durante la etapa de crecimiento almacenamos en el subconsciente toda información que recibíamos de nuestros adultos. Vuestro cerebro produce oscilaciones denominadas “ondas cerebrales”, las cuales cumplen diversas funciones fisiológicas y se correlacionan con diferentes estados de comportamiento, en la etapa de los 0 a 7 años las ondas cerebrales Theta se relacionan con la capacidad imaginativa y los niños estarán no conscientes de lo que hacen y no distinguen lo bueno y lo malo, pero a su vez en este tipo de onda suelen mostrar una elevada actividad cuando experimentamos emociones muy profundas, por esa razón los niños pasan fácilmente de un estado de ánimo a otro. Imaginemos entonces si durante esta etapa la vida para una persona fue muy difícil y posteriormente en las siguientes etapas de crecimiento no se le enseño a utilizar las herramientas adecuadas para gestionar las emociones y los problemas que la vida misma plantea; sus adultos lo limitaron con miedos, con frases durísimas como: ¡usted no sirve para nada!, ¡usted es un inútil! adicional con un tono de voz y de una manera violenta que a la final dejan cicatrices en nuestras vidas que más delante de adultos no sabremos gestionar los problemas cometiendo y repitiendo esa cadena de patrones erróneos que influirán en las personas que los rodean, por esa razón vemos personas que se les dificulta socializar, trabajar en equipo, llevársela bien con sus vecinos o con su propios familiares, viven amargados, aburridos y sin sentido.

Hasta este punto de mi exposición he planteado como todas estas situaciones muy ciertas y reales que en su medida cada uno lo hemos experimentado, al no ser conscientes de ello la historia se repite cuando tenemos hijos y criamos con las mismas creencias erróneas y en algunos casos con agravantes por sus propias experiencias vividas.

Reflexiono en aquellas personas que tienen la creencia que enseñar a sus hijos desde la carencia con la que fueron criados o tratando de generar unas condiciones muy distintas a las que les tocó, termina siendo un intento fallido que al final ejerce una gran presión sobre sus propios hijos, cayendo nuevamente en creencias erróneas; Pienso que un padre o una madre que tiene una buena intensión de enseñar y proteger a sus hijos, estaría es proyectando en ellos los vacíos emocionales; esto se debe a que nuestros padres sin experimentar que es un abrazo o un beso y que por instinto, intentan expresar en sus hijos el amor y cariño del cual carecen, terminan generando nuevas creencias erróneas que más adelante nosotros chocaremos con la realidad porque creemos que así debe ser la manera de vivir, de ahí que muchas personas fracasen en sus relaciones de pareja, no gestione de manera correcta las emociones y genere confusiones que causan dolor en otros sin ser conscientes de ello.

También hay padres que se les dificulta expresar los sentimientos, sabemos que nos aman que nos quieren, pero no lo expresan con algo tan sencillo como un beso o un abrazo, en esa dureza con que nos crían, observamos las dificultades y cargas emocionales que son limitantes para llevar una vida de ganadores.

Hemos observado que son las experiencias de la vida las que reflejan en cada uno de nosotros los aprendizajes, pero también las limitaciones que tenemos, los miedos, las inseguridades y la baja autoestima son el reflejo de un pobre concepto de nosotros mismos que a su vez genera dificultades para relacionarlos, empatizar y ver en la diversidad una oportunidad.

Claro que, si podemos darle la vuelta sin importar las experiencias de vida que tengáis, es tomar la decisión ahora mismo de sanar las heridas, rodearse y buscar ayuda de las personas que te hacen feliz. Declarar que eres importante, inteligente y valioso, esto es desarrollar el mejor concepto de ti mismo, poner en práctica conscientemente el sentido pertenencia, el servir a los demás, saber de dónde somos es muy importante y más aún saber dónde estamos y que podemos hacer para mejorar nuestro entorno.

La pregunta entonces mía seria para vosotros ¿sientes que eres un perdedor o un ganador?, convéncete que siempre hemos sido ganadores, no importa lo que nos hayan dicho desde pequeños, conecta tu cerebro con las emociones y toma control de tu vida; llevareis seguramente a otro nivel tus relaciones familiares, sociales y laborales. Encontrareis que la vida plena no consiste en pensar en el pasado y angustiarnos por el mañana, consiste en vivir el ahora y lo que construyes con los demás (eso es una verdadera política de vida). Descubre que en los pequeños detalles esta la vida plena como leer un libro, ver la serie o película que te gusta, dar calidad de tiempo a tus familiares y amigos, cumplir con el trabajo del día, aportar algo nuevo y además aprender de ello, es en lo cotidiano y en esos pequeños detalles donde la vida es ganadora y ser perdedor es cosa del pasado.

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