La productividad personal es un hábito que debemos desarrollar a lo largo de nuestras vidas y tiene que ver con hacer bien las cosas correctas; la manera más breve y clara que entiendo: conseguir el mejor rendimiento con los recursos que tenemos a nuestra disposición.

Me surge la primera pregunta ¿Qué recursos tenemos a disposición?, seria efectivamente el tiempo disponible, los conocimientos y capacidades, así como las herramientas de trabajo a nuestra disposición.

Hay que dejar muy en claro que ser productivo no necesariamente es hacer las cosas en menos tiempo, realmente logramos ser más productivos cuando elegimos bien qué hacemos y lo hacemos correctamente. La productividad personal no tiene que ver tanto con la cantidad de cosas que hacemos sino con la calidad de las decisiones que adoptamos en nuestro trabajo.

Debemos tener muy en cuenta que estamos sumergidos en la era digital y consigo ha traído cambios profundos y constantes, y que las herramientas que tenemos disponibles bien aplicadas en nuestra vida personal o profesional nos hacen ser prácticos, organizados y eficientes; a la final de eso se trata ser productivos, disminuir el estrés y lograr los resultados deseados.

Existen factores que perjudican nuestra productividad, os quiero compartir algunas de ellas:

Pensemos por un momento esta frase que es muy popular y que está arraigada en nuestro vocabulario “recuerda que el tiempo es dinero”, en realidad el tiempo es más valioso que el dinero; el dinero se puede acumular, pero el tiempo no, por eso aprovechar nuestro tiempo de la mejor forma a nivel personal y profesional es clave.

 

José Miguel Bolívar, un reputado experto en recursos humanos y organización, lo explica así:

"La productividad personal requiere tres condiciones: querer, saber y poder. Creo que a día de hoy, el problema de la baja productividad personal en las organizaciones se debe a que la gente no puede, porque no la dejan, no sabe y, en ocasiones, tampoco quiere ser productiva".

 

No podemos cuando trabajamos en un entorno que fomenta las interrupciones o las reuniones indiscriminadas y aplica incorrectamente las posibilidades de la tecnología.

No sabemos porque nunca no han enseñado cómo mejorar nuestra productividad y recurrimos a herramientas digitales como si fueran el antídoto a nuestros problemas.

No queremos cuando creemos que la productividad es una cuestión de responsabilidad de la organización en la que trabajo, y no personal, cuando en realidad aportará beneficios a todos los aspectos de mi vida.

Veamos unas pautas básicas para desarrollar el hábito de ser productivos.

 

Organizar: debemos hacer una lista de cosas por hacer

Concentración: debemos identificar y eliminar los distractores que nos hacen perder tiempo y centrarnos mejor en una tarea hasta acabarla.